Abecedario chino
A petición de Nieves, aquí les presento el abecedario chino, pondré solo las primeras letras que es una lata esto del chino:
a 阿 ā
b 贝 bèi
c 色 sè
A la respuesta de porqué no escribo, quizás es la melancolía veraniega: me paso el día trabajando o durmiendo, mi cuerpo aguanta fatal las calores, y quien me diga que no hace calor, lo planto un rato en el puente Triana, que por cierto, está de fiestas.
Y poco más, sigo sin saber que hacer con las vacaciones ni los días de los que al final podré disponer, y leo, leo bastante. Esta tarde estoy leyendo una recopilación de relatos breves escrita por mujeres y llamada Cuentos de amigas. Creo que ha llegado el momento de reflexionar sobre que podemos entender por amistad, lo que realmente es una amiga y que significa para la mayoría de los mortales ese sentimiento.
En esta época me asaltan todos los días los veranos que pasé con Belén. Creo que fueron los mejores veranos de mi vida. Pasábamos horas tiradas al sol, con las cervecitas, muchisimas cervezas, de hecho ese era el único trabajo encomendado que teníamos, meter cerveza en el frigorífico. Y esas sobremesas, escuchando las últimas novedades discograficas compradas en Londres, que entonces también se iba a aprender idiomas en verano, y ese cuelgue permanente en el que no necesitas hablar. Y fumar Habanos, los baños en la piscina helada, las noches de copas, el podar los setos, el melón con jamón que nos preparaba para cenar "la poni". Y luego, sus cartas en invierno. Pero sobretodo, lo que más echo de menos es su amistad sincera, el hablar sin tapujos y sin temor de lo que piensen, porque, que mas da, eramos amigas...y me pregunto...¿en que momento decidimos dejar de pasar los veranos juntas? Creo tener la respuesta, pero es demasiado jodida pensarla. Hace 20 años que no nos vemos, y si entonces era complicado, ahora no quiero ni pensarlo. Supongo que seguirá en sus valles verdes que tanto añoraba cuando se bajaba al sur.
El último disco que compramos juntas, Born in the usa, lo compre en cd hace poco, pero no suena igual. En aquel pequeño salón tapizado con una tela verde, la moqueta verde musgo, los sillones de mimbre, y el toca discos. Mucha ginebra y los pies desnudos al son de la música.
En este momento, lo escucho con una copa de la misma ginebra.
Etiquetas: reflexiones